Manuel Marzal: «Van a hundir al segundo museo más importante de España»
El nombramiento de una profesional sin título y el relevo del director hacen saltar las alarmas: «Las obras sufrirán las consecuencias»
HÉCTOR ESTEBAN
Valencia
El Museo de Bellas Artes de Valencia, la segunda pinacoteca más importante de España, ha incorporado a una restauradora y a dos conservadores sin la titulación exigida. El Consell justifica la decisión como la vía más directa para sumar efectivos a una plantilla insuficiente. Manuel Marzal Álvaro (Valencia, 1950) es técnico superior de restauración. Se jubiló en 2016 tras entrar por oposición como restaurador en la pinacoteca valenciana en 1987. Hoy ve con preocupación el rumbo que ha cogido el referente museístico de la capital, después de que, además, esta misma semana la dirección general de Cultura y Patrimonio haya sustituido al director, José Ignacio Casar Pinazo.
-¿Qué le parecen las últimas decisiones que afectan al museo, entre ellas el relevo de Casar Pinazo?
-Este tipo de soluciones demuestran la deriva que lleva el centro. Resulta increíble que se tomen este tipo de decisiones, que son de un nivel intelectual muy bajo. No se puede jugar ni con la sociedad ni con un colectivo de profesionales. A lo largo de los años, el museo había alcanzado un nivel muy aceptable, pero ahora se lo han fundido. Lo que más me sorprende es ver cómo se están manipulando, incluso diría que prevaricando, los puestos de trabajo. No puede ser que se establezcan según el gusto de quien venga a gobernar. Pensaba que el museo era un espacio más estructurado. Se tira por la borda un trabajo de muchos años. Gracias a Tomás Llorens -director general de Patrimonio de la Generalitat en 1984- la restauración valenciana salió del ostracismo. Es inaudita esta imagen.
-¿Qué visión traslada al exterior la que es la segunda pinacoteca más importante de España?
-Tercermundista. He comentado este asunto con el director del Prado, Miguel Falomir, o con el restaurador José de la Fuente y no se lo creen. Un gran museo necesita un gran departamento de restauración vinculado, no exterior. Los institutos de restauración están para investigar, no para restaurar.
-La Generalitat nombra a una restauradora y a dos conservadores sin titulación y no pasa nada.
-Es algo que me sorprende, que un señor como yo, jubilado, tenga que dar la cara para paliar una gestión desastrosa. No lo entienden en ninguna parte de España. Esto en el extranjero es impensable.
–La directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, justifica los nombramientos sin titulación para completar la plantilla.
-Una actitud inapropiada para el cargo. Cuando uno accede a una cátedra sin título y no pasa nada, como dijo Marzà, es como vivir en una taifa bananera.
–Desde el mando del museo nadie se pronuncia.
-Cuando yo era joven luchábamos, trabajábamos y nos esforzábamos. El museo dispone de la mejor tecnología que hay en España para la intervención en obras de arte, pero no se utiliza. No hay profesionales. La gente de ahora no se atreve a decir nada ni a hacer nada.
-¿Está el museo en peligro?
-Pienso que sí. Nunca ha tenido una respuesta seria por parte de la Administración valenciana. Jamás. Se pensó en cambiarle el nombre y llamarlo Museo de Arte Clásico para darle una personalidad jurídica como la del IVAM. No se logró. Me da miedo, se ha quedado como encerrado en una caja.
–¿Qué siente?
-Mucho dolor. Y veo que cualquier pelagatos se lo puede cargar. La Administración no tiene ningún control sobre aquellos personajes que son los que deciden lo que la Comunitat necesita.
-¿Se pone en riesgo las colecciones del Museo?
-Las consecuencias no las pagan los restauradores sino las obras de arte. Vamos a volver a los tiempos en los que aquí no había nada. Con sus decisiones van a hundir una pinacoteca que es la segunda de España. Nadie va a restaurar y los cuadros sufrirán la incuria de otros tiempos. Todavía se puede salvar este desmadre.
